El ritual de la Pisa de la Uva *

Dehymar Antezana

Periodista de La Patria

 Hace poco, poquísimo tiempo, la ciudad de Oruro fue testigo de uno de sus rituales pretéritos en sus calles, parte del engranaje de la cultura, el folklore y una de las piezas fundamentales para el nacimiento en la Alta Tierra de los Urus, de una de las danzas más emblemáticas de la Obra Maestra de la Humanidad, título del grandioso Carnaval orureño, y nos referimos a la morenada, propia de esta parte del planeta Tierra con su esencia pura, características, sin herencia de ningún otro lado.

Los esclavos negros, representados por los morenos, son sometidos para la pisa de la uva /MARIO ATAHUICHI

Al conmemorar los 109 años de fundación de la Morenada Zona Norte (9 de marzo de 1913), este conjunto folklórico efectuó dicho ritual como una muestra del tesoro de los orureños en la Plaza 10 de Febrero, el 19 de marzo de este año.

Para entender lo que afirmamos, empecemos por esta analogía, así como para la diablada es el relato de los Siete Pecados Capitales; la morenada tiene su cuna en la Pisa de la Uva, cuyo origen está en la parte Norte del departamento de Oruro.

PISA DE LA UVA

La Pisa de la uva representa el trabajo duro de los esclavos en los lagares de las haciendas de la época colonial en el altiplano boliviano. La minería y la agricultura como sus principales actividades llegaron a ser grabadas en la memoria de los indígenas del siglo XVIII, pero, años antes en 1535, Diego de Almagro en su expedición, luego de fundar Paria, tenía una cofradía de al menos 100 esclavos.


La Pisa de la Uva tiene su origen en los lagares situados en la colonia, en lo que hoy es el Norte del departamento de Oruro /MARIO ATAHUICHI

La inspiración de una rebelión de esclavos negros, contra el caporal de una hacienda llamada “María Antonieta”, nombre en honor a la hija del caporal, se relata como un hecho único e histórico.

Para nuestros indígenas, la danza constituía no solo un arte, sino un culto a nuestra Madre Tierra, y el baile adquiere excepcional importancia como expresión de los sentimientos populares. La teatralización se inicia con el llamado exaltado del caporal blanco hacia el caporal negro.

Ese paso de los negros por el departamento está registrado en los archivos del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, dan muestras incluso, de cómo eran comercializados los negros, entonces, es innegable la presencia de ellos en nuestro medio. A partir de esa situación, se va configurando representaciones de este hecho histórico a través de una danza.

No solo es recordar el episodio de los negros, sino también rememorar a algunos personajes, como el caporal negro, el caporal blanco o el achachi que es un imitación de lo que era el mayordomo español, por eso utiliza una levita y una peluca, sombrero al estilo español de la época del siglo XVI, XVII y que independientemente, forma un lenguaje propio de tipo simbólico en la danza de la morenada y que se asocia en la representación de la Pisa de la Uva, que hasta el día de hoy tiene vigencia, tiene su “leit motiv”, en la medida que esto es parte de las prácticas culturales de las festividades en las comunidades de Sillota, Saitoco, Guallchapi, Caquingora, Soledad, entre otras del departamento de Oruro, donde se representa la Pisa de la Uva.

Ese fenómeno, es una representación de un torrente embriagador, como así se lo denomina, donde aparece la negra María Antonieta; mediante una serie de diálogos e intervenciones que hacen los personajes, se burlan del caporal negro, embriagándolo y ridiculizándolo, por eso, surgen cantos y versos, que de una manera acompañan en el desarrollo de una historia que culmina con la mofa y el éxito de este proceso, en la que los negros someten a su verdugo, en este caso el caporal negro.

En la época de la Colonia, si bien en esas comunidades no se producía uva, sí se traía de otros lugares como Luribay, pero sí se realizaba la Pisa de la Uva, en pequeños lagares que establecían los jesuitas y que está comprobado en varios estudios, desde los más tempranos lagares que existían en el periodo altoperuano donde se hizo la elaboración del vino, hasta después de la expulsión de los jesuitas en 1767.

Sin embargo, tempranamente sí hubo en estos lugares del altiplano la elaboración del vino. Está demostrado por la herencia cultural y la memoria colectiva que no olvida este proceso. Existían vestigios por ejemplo en el templo de La Merced de Oruro, hoy Iglesia de San Francisco, donde había un lugar para la Pisa de la Uva.

Lo propio se puede decir de expediciones arqueológicas, encontradas en estas haciendas jesuíticas del Norte orureño, algunos vestigios de lo que eran estos lagares, lo que demuestra que había una actividad permanente, en la que los negros eran los primeros protagonistas.

Después de ellos, fueron reduciéndose y quedó en la memoria, toda esa leyenda de María Antonieta, los cánticos y la cultura popular con la plasticidad de la gente, para recrear este fenómeno, era un relato en sí, para convertirse en una danza que se presenta en el Carnaval de Oruro, ya en el periodo republicano, donde se dan los primeros vestigios o indicios de su aparición.

Se tiene como una prueba las pinturas de Manuel Encarnación Mirones, quien entre 1855 a 1860, dan cuenta de cómo los morenos eran parte de las comparsas, como se llamaban antes en el Carnaval de Oruro.

De esa manera en el lagar de la época colonial, cuando los esclavos se dirigen a pisar la uva, al mando del capataz sanguinario, es cuando María Antonieta interviene.

Es en ese afán que nace la danza de la morenada, que no solo representa a los esclavos traídos desde el continente africano, sino también a esos esclavos, que tuvieron que trabajar duramente en esta región del altiplano central de lo que sería Bolivia y Oruro.

El trabajo que realizaban era cruel, inhumano, de mucho sufrimiento para los hombres de color. La población observaba cómo eran castigados, cómo eran forzados a trabajar en las haciendas; fue en esos lugares donde se observan los pasos, el sufrimiento de los hombres, para que de ahí en adelante se dé la formación de lo que viene a hacer esta danza, copiada en las diferentes poblaciones cercanas a la ciudad de Oruro.

La danza de la morenada fue evolucionando en las diferentes poblaciones, de las cuales se ha recuperado esta dramatización de la Pisa de la Uva, complicidad entre María Antonieta con los esclavos, para burlar, ridiculizar a la realeza española, por medio de su principal encargado, como es el capataz que a lo largo de su trabajo, se rinde ante los pies de María Antonieta, que cautiva con su belleza y coqueteos al caporal, quien toma el mismo vino elaborado por los esclavos.

El vino se convertiría en un símbolo de libertad para los esclavos en los lagares de las haciendas orureñas, representada por la danza de la morenada, tan propia de Oruro con las características descritas y como protagonista de todo ese legado rico en cultura a la Morenada Zona Norte.


María Antonieta seduce al caporal para embriagarlo /MARIO ATAHUICHI


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Cazorla Fabrizio - Memoria de la Danza de la Morenada

Luna Patón Víctor Hugo – La Decana de las Morenadas

Morenada Zona Norte - Documental Pisa de la Uva

Proyecto de Ley Departamental que declara a la “Pisa de la Uva” en la danza de la morenada como patrimonio cultural inmaterial del departamento de Oruro


* Publicado en Periódico La Patria el domingo 27 de marzo de 2022: https://impresa.lapatria.bo/noticia/1056754 : 27/04/2022

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