Obituario para Víctor Hugo “Chulo” Viscarra”: El diablo que nació para ser ángel.
Por: Miguel Angel Foronda Calle
Secretario de Cultura F.A.C.L.D.
En los
últimos días, el firmamento de nuestra institución, y del Carnaval de Oruro,
han perdido a una de sus estrellas más brillantes. Hoy rendimos homenaje a la
memoria de nuestro querido hermano fraterno Víctor
Hugo Vizcarra, nuestro “Chulito” como le decíamos de cariño,
quien en vida encarnó al Arcángel Miguel con un esplendor inigualable, guiando
con gallardía, fuerza y la prosa que le caracterizaba a la tropa de diablos
bajo la bendición de la Virgen del Socavón.
Desde su
nacimiento, Víctor Hugo estuvo destinado a formar parte de la danza de la
diablada, joven, en sus primeros años en nuestra institución fue diablo de la
fila roja, pasando por un año de lucifer y teniendo toda una trayectoria
representando en nuestra danza ícono al líder y guerrero de los ejércitos de
Dios y la Virgen del Socavón: El Arcángel San Miguel. Creció en un entorno
fraterno donde la pasión por la Diablada era parte de su sangre: su padre y su
tío (el conocido Kiwicha), fueron diablos en nuestra institución, mientras que
sus abuelos, con orgullo y devoción, sirvieron como cargamenteros de la Virgen.
En ese legado de fe y tradición, él encontró su misión, y con su talento y
creatividad, transformó la figura del Arcángel Miguel en nuestra institución y
¿por qué no decirlo en la diablada del Carnaval de Oruro?
"Los ángeles nacen, no se hacen", decía con
convicción, y él lo demostró. Elevó la majestuosidad del Ángel en la Diablada
con esa presencia física que lo caracterizaba con su destacable altura y
robustez, digna de un guerrero como lo es San Miguel Arcángel. De una u otra
manera todos conocían a Chulo incluso sin que se los hayan presentado porque su
estilo y presencia robó la atención de los lentes de las cámaras fotográficas
que hicieron que fuera parte de imágenes promocionales del Carnaval de Oruro
por varios años, incluso ahora.
Pero su aporte no queda ahí, sino que también
revolucionó la estética del Arcángel Miguel, creando un nuevo estilo de careta con
rasgos más angelicales, además de la vestimenta que destaca por su estilo y
colores llamativos y que hoy son referentes en nuestra danza. Su creatividad le
permitió concebir durante aquellas tardes dominicales de ensayo figuras
coreográficas como: la invasión, el abanico, el trébol invertido, el escudo
nacional y los enganches como ser el: caballo, bateo doble; caballo, bateo y
vueltas y el caballo y vueltas; dejaste un repertorio coreográfico inmenso,
incluso en las últimas semanas nos anoticiamos de que estabas queriendo
presentar una nueva figura para que la pongamos en práctica. Ni que decir de su
inventiva para componer parodias. Su espíritu innovador y su amor por la
Fraternidad convirtieron a “Chulo” en un maestro y guía para quienes tuvieron
el privilegio de compartir con él.
Pero Víctor Hugo no solo será recordado por su prosa,
ingenio y creatividad, sino también por su alegría y carisma. Como aquella vez,
cuando después de una jornada intensa de ensayo, Matico recordaba: “teníamos la
costumbre del famoso seco por derecha (…) y cuando teníamos la sede todavía en
la Potosí y Herrera (…) había una señora que tenía una tiendita de abarrotes y
como llegábamos después de los ensayos, en el descanso, nos aproximábamos (…) y
nos ofreció calditos de cordero y aceptamos, esperamos a que todos los calditos
estén servidos y Chulo dijo: ‘Bueno, ¿están todos servidos?’, ya, seco por
derecha’, todos rieron, éramos muy terribles, claro, si no secabas, tenías que
traerte otro plato de caldo.”. Así era él: un líder en la danza que lo llevaron
no solo a dirigir la tropa de diablos sino la institución como Presidente en
dos gestiones diferentes, fue un hermano fraterno entrañable del cual con
seguridad todos tienen recuerdos.
Hoy su espada y silbato descansan, pero su espíritu
sigue presente en cada paso de la Diablada, en cada caballo, bateo y vueltas, en
el chirriar de las espuelas y las fajas de monedas del traje de diablo, en cada
sonido de trompeta, en cada latido del tambor. Porque los verdaderos ángeles no
desaparecen, se convierten en leyenda, serás nuestro eterno ángel mayor.
Sentimos con mucho dolor tu partida pero también expresamos
nuestra gratitud, porque tuvimos el honor de compartir tu luz por más de 50
años. Que tu alma descanse en la eternidad, donde seguramente seguirá guiando a
nuestra Frater con esa fuerza, prosa y garbo que te caracterizaban. Este sábado
de peregrinación “caballo, bateo y vuelta” Chulito recordando estar bajo tu
mando hasta los pies de la mamita quien seguramente ya te cobija bajo su manto.
Foto: Jorge Matienso
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